domingo, 1 de julio de 2007

Los inicios

Después de hacer algunas diligencias, voy camino de regreso al hospital donde mi papá estaba ingresado, para pasar la noche y velar por sus necesidades. Veo familiares que le visitan, y uno de ellos, a quien estimo mucho, hace referencia que había intentado jugar con mi consola de juego portátil, NINTENDO DS, pero que al jugarlo, gran cosa no pudo hacer. Se retiran. Besos. Despedidas. Luego, a solas con mi papá y mi pasatiempo para la noche, el ya mencionado artilugio. - Qué pasa, me pregunto. No puede ser. No puede ser.

El juego, completado en un 90%, había sido borrado por completo. Tantos minutos dedicados en tarea frívola. Todos al olvido, a la nada. Respira profundo. Abandona la idea. Se fue. O tal vez, vuelve a empezar.

Un nuevo mes, Julio, y las deudas siguen. ¿Acaso vale la pena el ciclo repetirlo, trabajar para pagar aquello que parece no disiparse? Hasta ahora ni hablo de la jornada que se empieza por primera vez. Fácil resulta iniciar cualquier cosa: un sueño, una deuda, una nueva carrera, este blog. Yo hablo del que tiene el coraje de volver a retomar la piola, envolverla y lanzar el trompo. Del que no se asusta de creer que se puede crear un nuevo país. Perder la virginidad por segunda, tercera, cuarta vez. Perdonar. Olvidar. Amar.

Odio la gente metódica. Diablos, qué envidia me dan. No sé cómo le hacen para que la monotonía de la rutina no les gane. Una y otra vez, lo mismo y lo mismo. Empiezan, hace su show y terminan. Y así, por no sé cuántas veces más su ciclo. No. Yo soy vago. Yo hago al desorden y luego me lamento. Bruto yo. Recuerde usted que dije: les tengo envidia. Ya aprenderé. Por ahora, mejor tener en mano lo que pueda ser abarcado. No es fácil quitarse, ni en momento de paz, la voz de la madre al soltar un: "- Cuando no, la carga del flojo... en vez de hacer un sólo viaje mal hecho, haz dos o tres llevando lo que puedas".

Me estoy ríendo porque a todo esto, ya quisiera terminar este blog. Me cuesta iniciar y me cuesta terminar. Un en medio por ahora. Regresaré a pagar mis deudas. Tal vez necesite borrar algunos contactos de mi teléfono celular. Una hoja de vida actualizada no ha matado a nadie. Denunciar un abuso del estado, ¿por qué no? Qué más da.