domingo, 22 de septiembre de 2013

Haiku

今朝、風は ゆっくり貴方を 夢におき、 突然に 新たなる顔 触ってみて、 深い目は 現れました。 怖いです。 #haiku triple

解放は 開放よりも 良いでしょう。 #haiku

どこかから いらっしゃいました。 わたくしは いただいた 愛をお守り いたします。 #haiku doble

martes, 17 de septiembre de 2013

La pregunta

Tu gran pregunta es, ¿y si lo volvieras a ver? ¿Qué harías?

Sé que te ha dado vueltas a tu cabeza por mucho tiempo y de seguro la idea nomás del reencuentro es a ratos aterradora. Y así fue, si no me lo has contado mal cuando lo viste hace un par de semanas en compañía de otros. ¿Qué sentiste? Tú bien lo sabes. Se te congeló la sangre y no supiste qué hacer, sino es huir o llorar. Pero fuiste fuerte y te mantuviste ahí, con sonrisa, naturalidad.

¿Es acaso ésa la gran pregunta? Creo que no. Creo que quieres avanzar en todo. Mudar. Saber que tienes futuro en un presente sin que te ate el pasado. Hoy caminas por las calles con la mirada al piso con miles de imágenes de lo que podrían haber sido posibles y locuras no realizadas. Así mismo te da miedo el paso decisivo del adulto.

Ahora tienes alguien nuevo en tu vida. ¿Qué significado podría ser? ¡Cálmate! Deja de pensarlo todo y tramar. Por enésima vez vuelve a vivir el terror del otro y lo desconocido. Después de todo, la gran muralla del físico, la edad, la creencia, la distancia se van derrumbando. Sí, ese sexto chakra del que tanto hablas se está por instantes desbloqueando. Disfruta del derecho a disfrutar. Tanto que hablas a los demás de la misericordia y quitar las penas, es ahora que lo hagas contigo mismo.

No dejes de trabajar; no descuides la familia y la salud. Esas cosas bien las conoces y las cuidas. No dejes de tener el dinero para el cafecito de los viernes que ahora es el Chai Latte caliente por tradición.

Pero por más que trate de decirte todas estas cosas, noto que sigues mirando hacia otro lado y esquivas la mirada. ¿Por qué sigues mirando al piso? Bueno, te dejaré por un momento en la privacidad de tus ideas y pensamientos. Pero quiero que sepas que en todo este tiempo hemos sido la misma compañía de siempre. Yo soy tú. Tú eres yo. Uno solo que vive en el mismo cuerpo las vicisitudes de esto que llaman vida.

Ejercicio de escritura para Taller de introspección con estilo en segunda persona y con pregunta personal, sin cuidar estilo, ortografía, etc.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Tesoros


Cuatro almas se encontraron a contar sus historias personales en una descripción de algo que podrían llamar suyo. A saber, tesoros le llaman en ciertos lugares. En otros, cargas. Pesos que se llevan aferrados a la mano y que impiden acoger lo nuevo y desconocido.

Una empezó su relato así:

“Mi tesoro tiene que ver con eso que llaman pasado. Me sigue a donde vaya y a ratos quisiera tener alas para volar lejos de su presencia. Encuentro dicha en la ingratitud de mi memoria y que se disipe lentamente –quepa aquí la esperanza del olvido- en vagos recuerdos. Mi pasado no me deja avanzar. Y cada día crece más este cofre donde voy colocando joyas de instantes vividos. Pero mi pasado no me deja avanzar. Mi cuerpo se inclina hacia adelante con deseos férreos de llegar un paso más y otro. Me han dicho que me voy a perder de nuevas experiencias por andar velando lo que ya no existe y les grito hasta que mi propia voz sea la única que escuche. Nadie sabe el precio de mi tesoro y no lo dejaré jamás”.

Este relato dejó a las otras almas en silencio pero una tomó valor y siguió la velada con su historia. Algo temblorosa, tragó saliva y así empezó:

“Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde y yo perdí mucho el día que se fue mi inocencia. Era esa pequeña que tenía de compañía en fantasías y juegos. Era mi mejor amiga y la llevaba a todas partes. Su presencia hacía mis días brillantes, felices y llenos de ilusión. Siempre la supe cercana pero la tomé por sentado. Ni siquiera supe valorarla. Ahora, mi mundo se torna gris ante los ataques de palabras y la traición. Me cuesta pensar que un mundo tiene que ser construido con la desconfianza. Nunca más recuperaré mi amado tesoro por más que mi rostro quiera ahora acomodar la imagen de su memoria”.

Una vez más, la sala enmudeció. No supieron qué decir. Alguien pensó a sus adentros alguna palabra de consuelo pero se contuvo para no dañar lo sagrado. El terreno del otro. Así, sólo prosiguió quien por turno tuviera la palabra.

“Mi familia ha sido todo en mi vida. Ha sido quien me diera su paternidad en la escuela y quien a mí me dijera hijo sin importar su seno. Fue la voz amiga que me hizo ver al hermano, al amigo que la vida me tenía reservado como sorpresa. Mi familia nunca fue sangre sino elección y obsequio”. Su voz se detiene y pareciera que se fuera a quebrar por un recuerdo. “Mi familia ahora la he podido armar yo. Soy feliz del hijo y la esposa que conocí. Mi tesoro”.

No fue difícil para las almas ver que su corazón se encendía en calidez después de este relato, lo que llevó a la última –ya más animada- a finalizar la velada con su historia.

“Mi conciencia es barro
 Es tierra y polvo y agua.
Torcida y cierta.
 Es grito e incomodidad.
Es lágrima viva
y consuelo presto.
Cómplice del otro
y ajena a mí.
¡Calla conciencia!
Déjame que quiero
ser humano y pecar.
Déjame que sepa
lo que es amar.
El niño se ha ido
y el hombre sabe que
si tengo, no dudaré
quitarte la vida
para poder crecer”.

Cuatro almas, cuando tesoros.


Arquelino
10-septiembre-2013



Ejercicio de escritura para Taller de introspección con una palabra escogida al azar: "Mi sombra". 

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Tres palabras del autor

Misterio
Gustavo es misterioooooooooooooooso, dijo Rafi. Todos saben que su soledad la produce.

Soledad
"Te mereces alguien que...". Esa frase molesta. No me merezco personas. Yo las elijo. Aquí, ahora. En presente. Sin expectativas.

Presente
Si hubiera un tesoro de pirata que me lleve a zarpar, sería para encontrar el cofre lleno de monedas de presente. Vivirlo es todo un misterio. Una eternidad del ahora.

Tres palabras contrarias:

Transparente
Soy éste, soy yo. Aquí estoy desarmado. Sin más caras. Sin magia. Mis deseos y lo que tramo está a la disposición. Abierta ya esta caja de Pandora ponga la remanente esperanza de saberme preciado por ti.

Compañía
Es ceder, es rendirse. Es descanso. Es lavar tus platos sucios. Es ver mi cama tendida. Es preparar tu postre de los viernes. Es escuchar tu música por las mañanas. Es irnos juntos al trabajo. Es acostarnos y esperar la mañana junto a ti.

Nostalgia
Nostalgia. Añoro presente. Vacío constante. Pobreza. El unicornio azul. La leche derramada. El sueño que ya no habrá. El regalo, el viaje, la edad anciana.

Ejercicio de escritura para Taller de introspección. Buscar tres palabras que me describan (desde la experiencia) y luego, con sus palabras contrarias descubrir experiencias.

Pintor ciego

Tú que ya conoces del arte, dibuja la arruga de la desesperanza en donde está la frente. Misma que es grande, calva, cargada de pensamiento e introspección. Cabello negro y hacia atrás para no buscar una moda día a día.

Ponle a esta frente cejas gruesas con capacidad de admiración. Ellas desean, añoran y buscan sorpresas que la experiencia y la intuición se la privan.

Los ojos oscuros llevan mirada penetrante y la nariz, aunque larga, dificultada de respirar.

Finalmente, ponle quijada dura y fría. De esas que usan la palabra para hablar con verdad.

Ejercicio de escritura para Taller de introspección. Descripción personal a un pintor ciego, con distancia.

Sobre Ana (descripción)

Tomas sus labios y dibuja la inocencia. Es la niña que pide permiso para hablar.

Su mirada nace de ojos coquetos con cejas oscuras bien delineadas en su grosor.

Es madre, así que no olvides la sabiduría de su rostro pero no la arrugues que su frente no conoce de enfado y está vestida de serenidad.

No dejes de poner en su oreja el decoro pero adórnala en su lóbulo exterior con una perla de rebeldía.

Finalmente, su piedad está en el velo que lleva por cabello. Negro y largo hasta su espalda sostenida a penas por una vincha en su mitad.

Ejercicio de escritura para Taller de introspección. Descripción de alguien hacia un pintor ciego.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Placer

Querido Melocotón, si mis manos no te pueden acariciar, permíteme que mis palabras te toquen.

Alivias el dolor de la mañana. Eres el pensamiento que mueve mi cama. 

Desear el placer (de tu llamada) me recuerda luego el dolor (de tus constantes mentiras). Así pues, soy consciente de esta dimensión que necesita del otro por más que se crea que se la puede conseguir incluso tomando el asunto con propias manos.

El TÚ es mejor si eres frontal y no un lejano aspecto de mí en tercera persona bañándome en fantasías vulgares. Te quiero real.

Alivia mis dolores. Sé misericordia. Sé mío; déjame ser tuyo.

Ejercicio de escritura para Taller de introspección con la palabra "Placer"

martes, 13 de agosto de 2013

Tome aire. Retenga la respiración por unos segundos



Este niño ahora lo está viendo, y un deseo le quiere regalar. No comprende todo lo que ve mas conoce de sus anhelos incluso en este mismo instante que observa la fotografía. ¿Todavía retiene el aire? No lo suelte.

Este niño se pregunta si este regalo le pueda servir. Le gustará; se pondrá feliz; tal vez se aburra, y otros pensamientos. Su madre solo espera el triunfante soplido y su padre se asegura de aquello.

Ya puede soltar el aire. Ya puede descubrir al verdadero niño. Ya puede recordar sus propios sueños de niñez.

Ejercicio de escritura para Taller de introspección con fotografía de infancia, tomando distancia con el yo

domingo, 11 de agosto de 2013

Tríptico deshojado

La Flor de Verano

Se lleva violenta su mano a la cabeza porque el viento era fuerte y no quería que su sombrero saliera volando. El mar, la brisa sabor yodo era todo. No necesitaba más que unos minutos frente a ella para recordar su pasión. Avanza a paso lento porque cada pisada es recordatorio de vida. Arena, calor, dolor, Sol. Nada lo toma por sentado y lo recibe como pasado. No le interesa su futuro y avanza con bolsa a un lado para saberse amada por sí misma.

Ella es así. Josefa no necesita por ahora el dolor a cuestas y se deja enamorar por otra brisa fuerte.

Almuerzo de altura

¡Aurelio! Baja que ya está el almuerzo aquí, gritaba su mujer. Él, presto y dispuesto corría entre las vigas de la construcción como ratón que lo llevara el diablo. Es que, ¿hay cosa más rica que el merecido manjar hecho por su mujercita?, pensaba él.

Así se querían; a su manera. Tosca y sin arrumacos. Ella pregunta si ya tiene el dinero para los útiles que piden en la escuela. Él saca de su bolsillo lo justo. Ambos miran al piso, como viejos amigos que no necesitan ganarse la voluntad. Como amigos que tampoco necesitan darse cariño. Hay silencios incómodos para ellos, no que el resto de nosotros pudiera notarlo mucho menos yo.

Un beso final y mientras se despide él resuena sus dientes para sacarse algún rezago de comida que impide oír la última instrucción de su mujer. Cada uno agarra su rumbo en direcciones opuestas.

Lodo

Masa. Risa. Dedos. Dedos al Sol. Dedos en la ropa. Mirada de aprobación. Mirada de júbilo. Mirada de logro. Risa. Chupón. Chupete. Biberón. Sucio. Risa. Más risa. Más júbilo. Más logros. Mira mamá. Mira.