miércoles, 31 de diciembre de 2008

2008

Se termina el año. Feliz, muy feliz estoy. No podría de otra forma estarlo porque estoy en el tiempo, en el espacio. Porque puedo transmitir, porque vivo, porque respiro.

Avanzo y retrocedo; caigo y me levanto y me vuelvo a caer para estar sentado largo tiempo.

Lindo año, de muchas sensaciones. Este viajero ha recolectado información que atesorará en su corazón.

Gracias lector por pasar por aquí. Vive tus sueños, vive tus deseos. Vive.

En la foto: mi madre (felicidad), mi padre (supervivencia), mi hermana (salud), yo (voluntad).

domingo, 7 de diciembre de 2008

Abuelita


He aquí, Martha Dalila. Mi abuelita. Tan linda ella. De variados tonos:
alegre, retona, graciosa, vanidosita, de buena memoria. La que sabía que luego de tener mi licencia, faltarían mis frenos para los dientes y mi libreta militar para tener felicidad (a mis 20 años).

A quien me robaba sus bolos. A quien le preguntaba la famosa ascendencia nuestra desde españa. Quien nos recibía con la comida lista al poco tiempo de llegar a visitarla. Quien nos dejaba desgranar el maíz para las gallinas ya alimentadas. Quien me mostraba cómo buscar los huevos de las ponedoras. Y que a pesar de todo, nunca nos retó por jugar en su hamaca como la canoa imaginaria.

La que sabía mucho, la que sabía poco. Como fuera dicho en su misa, su vida la vivió completa. ¿Qué le faltaba vivir? ¿Qué palabra hubiera faltado que de ella no haya salido? ¿No hubo persona acogida por ella en su casa y en su presencia?

Abuelita Martha, abuelita. Ya no estás aquí, pero dejaste con nosotros el recuerdo tuyo en otras 6 marthitas: tus hijas. Gracias por tu última sonrisa. Por siempre, y desde mi primer hasta mi último recuerdo de ti, a tu salud abuelita.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Aaoiaaoua

Sólo para expertos en las artes. De preferencia en el manejo del fuego.

Como mosca a la miel
pegado a los pies.

El vuelo terminará
y así la libertad.

Su sabor es la ilusión
que le priva de razón.

Yace en el regazo
del amado.
Su corazón,
muere en el flechazo.

lunes, 10 de noviembre de 2008

はじめての合宿


Pamela sensei:
No levantar mucho los brazos con las manos a la altura del corazón sin estirar cuando haga el 突き(tsuki) en la 形(kata).
Polo sensei:

..... (siempre es una batalla real y no un entrenamiento)
Kudo sensei:
Le gustó mi giro rápido. Hay que gritar más.
Franklin sensei:
Al hacer 面打ち(men-uchi), no bajar la 柄(tsuka), ir de frente a la cara y pobrecito si el otro no se abre. Tengo habilidad, hay que ver la constancia. Sin ánimo de querer complacerle, espero dar mi mejor esfuerzo y ser constante (no voy a decir fiel porque el futuro no lo tengo comprado). En kendo he encontrado el lugar para dejar salir al guerrero que vive en mí, al "otro-yo" desconocido. Engrandecer el corazón, fortalecerlo.
Fernando sensei:
Mejorar mi puntería. El 小手(kote) es con/desde el 中結(naka-yui) hacia el 先革(saki-gawa) del 物打ち(mono-uchi). Mi 気剣体(ki-ken-tai) tiene que ser con la pierna derecha más larga y enviar con más fuerza desde la izquierda. La mejor forma de mejorar la pantorrilla de ese lado es levantando mi cuerpo con solo el talón izquierdo desde un escalón. Practicar más 切返し(kirikaeshi) sin prisa. Pedir más práctica a mi 先生(sensei).
Iki sensei:
Más amplitud y el 胴(dou) con precisión.
Eric sensei:
No descuidar mi 気合(kiai). Más grito. Mi golpe más largo y desde arriba.

martes, 28 de octubre de 2008

Empiezo con una pregunta: ¿por qué los amigos? No antes había escrito de ellos de forma directa. Creo que es menester ahora dirigir mi atención hacia lo que yo llamo una bendición. Por supuesto, la forma de mi percepción hacia esta experiencia amistosa no ha estado libre de cambios.

"En principio, la amistad era el todo. Y la vi y me dije, es bueno". Y la ciega fe se posa sobre el otro a quien extrañamente nos ha puesto la garantía de la eternidad y que no habrá fecha de caducidad. Bueno mis estimadas y estimados, cerniendo esta experiencia, más de uno quedará rezagado y eso comprobado. Igual, no se le quite a usted la capacidad de vivirla. ¡Éxitos y cuidado al romperse la nariz con el sopetón de la dura realidad!

"Amistad amistad, ¿por qué me has abandonado?". Recupero el cedazo otrora mencionado. Si mucho material pasó por el mismo, pobre de aquella alma desolada. Estoy feliz de saber que la camarería de los que considero míos no fue el desecho de un regalo ni la limosna. Ha sido el resultado de idas y vueltas. Ausencias. Sequedad. No podría llamar amigo si el temor de la herida esté latente. No serías amiga si la pelea no me hubiera abierto los ojos. Mis amigos, mis amigas son ganados en mutua dirección y para mí, la ganancia ha sido hasta ahora mutua. No creo -recupero la mencionada anteriormente- en la limosna.

"Tu amor es más embriagante que los placeres". Y por aquí quiero ir dando salida al lector de esta entrada. Yo suelo conmoverme con la sola idea de pensar en el día de mi muerte. Pienso quienes no deberían estar ahí y definitivamente, mis padres y mi hermana ocupan el primer lugar. Pero el panegírico y el epitafio me llevan a considerar al pobre redactor. Ojalá no sea un desempleado de tarjetas navideñas. Espero tener para entonces más amistades, hermanos ajenos a la sangre. Tal vez, algo bueno esté haciendo para no sentir pánico de ese día.

A la salud de mis queridos amigos y mis adoradas amigas.

lunes, 20 de octubre de 2008

Ajna


Quisiera poder escribir alguna palabra sabia. Ahora me siento, me veo corto de letras. Me miro y faltan muchos canales internos por purificar.

Hoy es un día muy especial porque cumplo años. Un ciclo nuevo podría llamarse. Me he dado cuenta que así el tiempo vuela. La espectativa por uno nuevo no me permite vivir el presente. El tiempo no lo disfruto en su forma más simple: un suceder de instantes.

Volveré al menos este día a lo básico. Al vivir y saborear el eterno ahora. Incluso me daré el gusto de llegar a percibir lo de aquí y lo del más allá bajo esta fórmula simple: om.

El sexto chakra es llamado Ajna, dar la orden. También es conocido como el tercer ojo y como el chakra de la mente. Yo deseo antes que nada, vivir con los sentidos abiertos durante este día. Y más aún, que pueda ver la gran composición de este cuadro universal.

Gracias a mis seres queridos. Los tengo en mi mente y ellos se sabrán identificados en este párrafo que no necesita declaración de nombres. Gracias a ti mi ser más amado. Gracias por darme un feliz día de cumpleaños. De muy sentido deseo del alma, con mi espíritu: Gracias.

Que la paz sea con cada uno de ustedes.

martes, 14 de octubre de 2008

Veranillo Cálido (canción)


Voy ascendiendo hacia el cielo
bordeando la lluvia azul.
Cada gota la esquivo.

El cielo viene a mí.
Mis pies pegados al piso
Estallo de amor por ti.

Aunque un tanto aterido,
la risa más alta que la nariz,
el alma siente alivio.

Solo estoy parado y
luego del beso cálido,
¿qué más puedo pedir?

martes, 7 de octubre de 2008

Trenecito del Mar

Para antes de irse a dormir a la cama. Con mucho cariño, para sus hijas e hijos.

El trenecito del mar sonó su pito: chuu chuu. La voz dice todos a bordo. Subió el elefante, la jirafa, el conejo, la tortuga. También subió una rana pequeñita, junto a su amiga la cigüeña. El trenecito sonó su pito: chuu chuu.

El trenecito cruza las olas encima del arcoiris. Las nubes de algodón se cruzan por la vía. El maquinista detiene al trenecito y tiene que limpiar la vía de las nubes. El señor Sol se pone a reír mientras los delfines miran curiosos desde el mar. Las nubes son limpiadas y el maquinista puede avanzar. El trenecito cruza las olas encima del arcoiris.

Una fiesta hay en el trenecito. Adentro hay un teatro y la vaca puede pueden danzar, el perico puede cantar. Muchos dulces para la oveja y globos por doquier para el cerdo. Una fiesta hay en el trenecito.

El trenecito brilla con sus mejores luces. La noche ha llegado. El oso abrió la ventana y sintió el viento en su frente. La señora Luna salió a cuidar a las estrellas del cielo. El trenecito brilla con sus mejores luces.

El trenecito del mar sonó su pito: chuu chuu. Ya ha llegado a la estación. Todos bajan felices y contentos. Incluso el trenecito suena el pito de emoción. El trenecito del mar sono su pito: chuu chuu.

lunes, 6 de octubre de 2008

Buenos pensamientos, buenas palabras, buenas obras.

A mi querido amigo, aquél el de gran corazón.

Fue de oro, de metal precioso. ¿Quién te construyó? ¿Qué material abandonaste en el camino aferrándote a la tela más valiosa que te viste ahora? No te conocía. No reconocía esa cara antagónica más cercana que ajena.

Antaño había visto la amistad dibujada en la sonrisa, en el abrazo y la palabra a tiempo. En ti cobró forma distinda llamada esperanza.

Bienvenida la aurora de este amanecer. Ha brillado con fuertes bríos en cada rayo de tu mirada. Ora curiosa. Ora atribulada. Nunca parca, siempre cuestionada.

Inclino con reverencia cada parte de mí. Por la palabra a destiempo. Por el error de la naturaleza. Porque sé que hoy pido disculpas por la falta que vendrá. Porque venerante me levantas para comenzar nuevo.

¡Oh amigo! Bendigo tu amistad y tus días por venir. Acojo como regalo el hoy porque ni tú ni yo conocemos los misterios de la eternidad.

domingo, 7 de septiembre de 2008

Sombrero Mágico

Del libro en producción "Ibara, escuela de magia"

Cuando fui a la escuela, claramente me advirtieron:

El universo hasta la voluntad,
la mano sólo saca
lo que pueda pagar.

De tal forma, conejos y flores. Siempre con mente firme y segura. Luego vinieron las cartas, la mano, la bola de cristal. Vivir en este mundo maravilloso de asombrar al infante dormido. Dejar volar al alma.

Me descuidé de estudiar monstruos. Nunca me llamó la atención ni pensé que los mortales podrían apasionarse por las criaturas del vacío.

El día de las varas fue fantástico. Por primera vez, el toque final al uniforme. La extensión del corazón, del alma. El tótem de la voluntad enlazada al corazón y la mente. El juego a la capa y el sombrero.

Verme en este teatro, delante de estas 784 almas, trae mis recuerdos más preciados. No me distraen las 29 personas que desgastan el sueño con la curiosidad vana. Por el contrario, las 573 explotan en mí el niño, el absurdo, la risa y el asombro. Por si acaso, saco una flor más de la nada para soltar la paloma que arranca de los restantes 181 el aplauso final sin poder levantar al señor de la primera fila.

Una venia termina este instante rejuvenecedor con aplausos de un público que suele llamarme: El Mago. Feliz, sé que cinco años más me serán regalados para esta vida.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Lucy

Te llevaste el suspiro
por ser abrupta.
Yo miraba la Luna
y me agarraste
sin permiso.

Lamento ser
el vacío del alma
que no calma
tu tristeza
en este anochecer.

Ni tu sorda palabra
ni tu vida muladar
pueden deleitar
la belleza de la aurora
que apurada estalla.

Hoy no.
La soledad puja llorar
algún sobrio pesar.
Déjame a solas,
yo y mi yo.

Lo siento, Lucy abandonada,
pero ella me ocupó
el deseo, la lágrima, la pasión.
Llena, brillante, sigila,
dominante, alunada.

En el fondo del mar
se ha muerto la Luna
y con ella la amargura
lavada en el día nuevo
que presto empieza a brillar.

jueves, 31 de julio de 2008

Sexto pergamino - La Flama (Capítulo seis)

Todavía tenía los pies enlodados pero no podía perder más tiempo. La última petición de la ninfa retumbaba todavía mis oídos y Piro era todo lo que tenía en mente. Buscarlo. Encontrarlo a como sea lugar.

Llegué al templo del Carnero en esta ciudad. Caí en cuenta que mis ropajes eran de enfermo y en ese mismo instante olvidé toda promesa que alguna vez hubiera hecho en mi vida. Era un nuevo comienzo. Por eso no dudé en tocar la mente de algún incauto y quitarle su traje para pasar más desapercibido.

El templo está rodeado de jardines con flores rojizas y amarillentas. Veo algunos monjes preocupados. Tal vez ya estarían enterados del evento en la casa de la Hidra. Pregunté a uno de ellos por el sacerdote Piro pero su mirada era de rechazo y no me animé a preguntar a un segundo. Pensé que mejor sería dirigirme directamente hacia sus aposentos. Ya es más de medio milenio desde que un nómada fuego me enseñase un hechizo de sombra y luz. Ahora, más que nunca, debí ocultarme en medio de la noche para hablar con el mismo Señor del Elemento Fuego.

Sin rodeos, les contaré mis sorpresa. Piro en una esquina, asustado. Y he aquí que el sexto pergamino se abrió. Tal vez el más impresionante de todos.

Ese día, tres hombres y una mujer salieron de su cueva y vieron el cielo abrirse, explotar de luz en medio de la noche. Era el fin del mundo. Del cielo cayó una lluvia de colores. Ese día los dioses nos visitaron por primera vez. Ese día el ser humano descubrió el fuego que altera la realidad, el agua que sana, el viento que todo lo sabe y la tierra que crea la vida. Ese día los cuatro sabios nacieron sin que ellos mismo lo supieran. Ese día el legado pasaría la llama sagrada que el Señor del Fuego de generación en generación ha encendido en cada templo conocido de la Flecha, del León y del Carnero. Ese día el agua sagrada fue escondida en los lugares más recónditos de la Gaia resguardando el secreto de la eterna juventud. Ese día el viento me dio la sabiduría para pasar los milenios en forma de días. Ese día la tierra retumbó para que otra nueva nazca en geografías que hasta ahora no dejan de asombrarme.

He aquí Piro que yo estoy para recordarte que eres el espíritu mismo de la Flama que arde en ti, en tu interior y yo te digo, arma para mí un ejército de valientes porque el mismo universo que conocemos tú y yo está al borde de la extinción.

Mira Piro la verdad. Deja que el mismo Señor del Viento te eleve en alto. Ve.

En medio de la noche, desde el otro extremo de Londo se pudo ver como una flama brilló más fuerte que antes, en su templo principal. Es el viento que ha dado alimento para que arda la llama del coraje y la valentía.

martes, 24 de junio de 2008

Noveno Pergamino - La Hidra (Capítulo cinco)

Han pasado algunos meses y no me repongo al dolor de estar en una casa de asistencia del Cáncer. Aturdido, golpeado. Fui víctima del asalto que nuestro volador sufriera poco antes de llegar a Londo. Una ninfa me ha contado que algunos no salieron con suerte y que fui uno de los pocos rescatados. Ella va y viene sin pausa asistiendo a cuanto enfermo veo aquí. No es común ya ver en la Gaia a una hija de la naturaleza. Algunas se quedaron refugiadas en la Selene después del holocausto.

Recién me levanté. En Londo también utilizan las tres esferas del sol para medir el tiempo y me ayudaron a levantarme. El diseño es diferente porque son más pequeñas y cada una de ellas cabrían perfectamente en mi mano; su brillo es más suave (las mías tienen un color rojizo de sol); y éstas han emanado un agradable olor para inducir que me despierte.

Ahora estoy muy adolorido pero sé que pronto me recuperaré. Por supuesto, ayuda mucho el trabajo que cada una de las hijas de la luna realizan en este sanatorio. El brebaje de la Sirva Selene es la bebida más preciada de ellas y tiene el mejor efecto regenerador. Sin embargo, esto no me resulta aún para recuperar del todo mi memoria. Una de ellas viene y me cuenta un poco algo de su trabajo. Su piel obscura llama mucho la atención y difiere del que tantas historias se hicieran siglos atrás. Le pregunté al respecto con mucho tacto y con una gran sonrisa me calma para minuto seguido explicarme la historia. Lastimosamente ella no podía visualizar que el Noveno Pergamino se abriera delante nuestro y en misteriosa sincronía, contar la misma crónica.

En la era antigua, después que el Panteón Griego ganase la guerra y justo antes de abandonar este plano, los dioses y las diosas crearon el cinturón de las estrellas para depositar en sus casas bendiciones para sus hijos cuando pasara la carroza de Helios en cada una de ellas. Y a su vez, potenciar según la naturaleza a las hijas e hijos del fuego, del agua, del aire o de la tierra. Selene, la diosa que protegía la gran piedra noctura de la Gaia, tomó particular atención por la casa de la Hidra. Ella tomó un fragmento de esta bestia para engendrar una versión propia de las Ninfas. Hermosas y cazadoras, fueron ellas quienes adiestraron a las Amazonas en la medicina. Cuando la diosa se retiró de nuestro plano, sus hijas resguardaron la Semilla de la Hidra como su mayor tesoro en el templo sagrado de Sicil, ahora en la Selene después de ser perseguidas y cazadas. Desde entonces, su piel es reflejo de la noche y sólo cuando la Selene brilla nocturna, es que demuestran su hermosura.

Abruptamente el pergamino se cierra y las piedras del techo y las paredes colapsan en el pasillo que alcanzo a ver desde mi esquina en la sala de sanación. Todos cesan sus actividades al momento, cual si fuera un hechizo de congelación realizado por la incertidumbre, con un segundo eterno del silencio quebrado al instante por un grito acompañado luego de varios más. Todos me sacuden el alma. Un dolor invade mi pecho, mi alma y sé que en este mismo instante muchas ninfas están siendo asesinadas. Tengo enfrente mío a la misma Drida, ninfa guardiana del árbol, que me toma del brazo y me introduce por lo que parece un pasadizo. "No hay tiempo" me dice y me lanza dentro de una burbuja por el canal de desfogue. "La Gran Ninfa, Choque, dice que busques al Gran Mago del Fuego, Piro" y rato seguido cierra el agujero con raíces.

Voy llorando porque esta historia no tiene fin. No sé en qué rato se me fue de las manos. Qué hice. No es mi culpa pero siento una carga en mi espíritu que de alguna forma habría iniciado una serie de eventos calamitosos.

La burbuja llega flotando hasta el río Tames y se respira una rara calma en este atardecer de niebla en la capital, Londo. Parece no incomodarme la humedad en mis ropas, ni la suciedad del lodo al topar la orilla. Las lágrimas me recuerdan el verdadero pesar.

lunes, 23 de junio de 2008

Con el zorro del principito

No quiero ser domesticado. Me levanté -y muy molesto- con ganas de rutinas y de extrañar esto y aquello. Desayunos y oraciones matutinas. Jornadas y fechas de pago. Abrazos y salidas de cine. Besos y la caricia del amor. Me fui a dormir sin estos síntomas. ¿Cómo pude ser descuidado? ¿En qué instante agarré esta enfermedad?

Estoy seguro que fue la playa. Dicen que el oxígeno allá tiene algo. No es justo que pongan avisos de marea alta o baja, sin advertir al turista del peligro inminente de caer envuelto en la oleada de los recuerdos, más aún cuando ves gente agarrada de la mano, riendo y bailando.

O tal vez no fue la mar. Fueron mis amigos que me contagiaron, los muy ingratos. Hay que cuidarse de ellos, sobre todo cuando anden sin cubrebocas. Deberían al menos ser considerados de guardarse sus gérmenes para sí en vez de pasarte a bocanadas esperanzas, sueños, alegrías, no sé que más males que este mundo tenga.

No. No culpemos a mis dos pasiones: el mar y mis amigos. Ellos ahora pueden tener su conciencia en paz. Nací con un mal congénito de muletas y lenguaje de señas. Hoy me carcomió la impaciencia de echar la culpa al primer incauto porque sentí un dolor a la altura del pecho. Así es la cojera. Así es la sordera. Así es estar circunscrito en un mundo inmortal hasta que la muerte diga lo contrario, lleno de síncopes dolorosos de rutinas.

Volveré esta noche con la precaución de tomar alguna pastilla que a propósito venga a conveniencia para que los síntomas estén largo rato dormidos. Según el zorro del principito, tendré los ojos abiertos y abandonar la dicotomía entre el corazón observante y la realidad inútil.

martes, 27 de mayo de 2008

Matando el tiempo con la vida.

- Cantinero... dos cervezas por favor que ya llegó mi amigo. Carajo, que usted se hace esperar... pero vale la pena.

- Ni se diga compañero. Cuántos años serán. ¿Dos?

- Pues se sienten como cinco. Por qué la tardanza. ¿Alguien se resistía a ir contigo?

- Ni tanto. Papeleo, burocracia. Que si van para arriba o van para abajo. Depende de sus creencias. Solitos se ponen en trámites. Yo lo único que hago es el pase de ida. Allá ellos con sus infiernos o paraísos. Y bueno, que no estamos aquí para hablar de trabajo. ¿Viste el partido de fútbol? Qué bruto para resbalar el disparo de penal. Se lamentará... hasta que yo lo recoja, jajaja.

- Jajaja. No se burle señor que yo casito casito y lo mando a llamar a usted. El alma se me iba volando. Pero bueno, no es que quiera hablar de trabajo pero también he estado a full. Tanta gente que no se cuida y ya ve... más de un condón roto me manda a llamar. Pero bueno, cosa buena verle a los siglos. ¿Cómo está la comadre y los ahijados?

- Los niños creciendo. Vieras que ya la mayorcita está por recibirse de la universidad. El que sí me saca canas verdes es el menor. Está en la edad del burro pero bueno... tú y yo mejor que nadie sabemos las diabluras de esas épocas.

- Carajo, ni me hagas acuerdo. Todavía me viene a la mente el debate del 2008 en esa asamblea. No sabían si ir o por ti o por mí. Qué risa esta gente.

- Y tu mujer, ¿sigue de voluntaria?

- Ya la conoces... así es mi señora. Algo la tiene que mantener distraída.

Bip bip.

- ¡Por la piola, pupchas! Ya no se puede ni tomar una cerveza con los amigos. Tengo que irme que me llama el deber.

- Compadre que ni tiene que excusarse. Hoy mismo alguien está por tomarse el frasco entero de pastillas y me va a tocar esperar hasta que la última haga efecto para darle pasaporte. Un abrazo fuerte y espero que pronto nos veamos, así sea para una parrillada. Esta vez yo invito en mi casa.

- Seguro compadre. Hasta la próxima. Muchos recuerdos a la familia.

- Hasta la vuelta.

sábado, 10 de mayo de 2008

Alta mar

El marinero escribió en su diario:

Te extraño. Me haces falta. Mi bitácora toma otro giro y por ahora sólo quiero expresar mi vacío. Te sentí en la ausencia. Te besé como nunca antes y cada caricia fue depósito de amor. Y en explosión de infinita saciedad, la espuma del mar me recuerda la mano torpe que te deja ir impotente.

Quería tomarme unos minutos para decirte que me hace falta un abrazo, un cariño tuyo. Ya la noche va perdiendo forma y pocas horas quedan para la mañana que me quitará cierta traza de la nostalgia que me acabé de beber.

Quiero acostarme en una playa compartida para caernos ingrávidos en las estrellas. No dejes que la tinta en sangre evapore la marca escrita en tu corazón. Eres mío más allá del reloj y el mapa. Una vida menos un segundo puedo vivir sin ti con tal que ese último suspiro acomode generoso el adiós que me darás.

Por siempre.

jueves, 1 de mayo de 2008

Caninos en el cielo

Para antes de irse a dormir a la cama. Con mucho cariño, para sus hijas e hijos.

África es una perrita muy bonita y todos los días juega con sus dos cachorritos: Togo y Mali. Togo es muy educado. Siempre hace caso a su mamá. Mali es muy traviesa. Hoy su mamá le dijo que tomara un poco de leche y la regó por el piso.

Togo suele levantarse temprano y le ayuda a su mamá a limpiar la casa. Tiende su cama. Guarda sus juguetes después de la hora de jugar. Hoy fue a buscar a su hermana y la regaló un hueso de cuero.

Mali en cambio es muy malcriada y esta tarde salió a jugar al parque sin permiso. -¡Mali! ¡Mali! Ven a comer que tu comida se enfría- llamó su mamá. Y Mali obedeció.

Antes de dormir Mali es muy cariñosa con su hermanito Togo y su mamá. Les da muchos besos con su lengua y cierra sus ojitos para soñar en muchas golosinas. Togo también cierra sus ojitos y les da otro beso. África les dice buenas noches y con un besito en las orejitas apaga la luz para dormir.

viernes, 25 de abril de 2008

Del otro lado


Hay una imagen que veo en mi espejo y no la identifico aún. Busqué en revistas, fotos. Ninguna que me acuerde. Pensé, -seguro que tú podrías reconocerla. Recordé tu vida en mi vida.

Para ti soy la belleza. La suma de las virtudes. Una vida no basta para recibir de ti tanto halago. Soy tu angustia si te doy ausencia. Soy el insulto bien recibido. Soy lo absurdo en tu lógica. Eres solaz en mi regazo. ¿Dónde más apoyarías tus brazos si no es al rededor de los míos? Dos almas a punto de fundirse. Quemarse. Explotar de amor.

Y mi vanidad una vez más quiere recordar ese ser amado en el espejo pero la imagen se proyecta distorsionada.

Ayer la busqué. Pensé que estaba deseada. Extrañada.
Y el reflejo seguía ajeno.

jueves, 24 de abril de 2008

Sonata de Verano

Soy viento y abrí las alas
de la absurda imaginación.
Soy agua y dejé mi risa
pasar al obnubilante temor.
Soy fuego, soy todo
pasión, lujuria, sentidos, calor.
Soy tierra y recibo
para darme en razón.

Seáis vosotras bienvenidas
a la nueva generación que aflora.
Os doy una especie que acoge
a la luz o a la sombra.
La primera que quiere
en fulgor de pureza estallar
y la otra en oprobio se tienta
cada pecado probar y abrazar.

La madre a distancia
observa crecer
a sus hijas e hijos
un lado escoger.
Contenta se encuentra
que el espectro sea tomado.
Arcoiris de sombras
de negros, grises y blancos.

Tierra se anonada
disuelta en elementos
del viento, el agua,
la tierra y el fuego.
Que brille la luz
en cada uno de ellos.
En medio de las sombras
otros más se están divertiendo.

lunes, 21 de abril de 2008

Felíz día mi querida Tierra

¡Ay Tierra! ¿Cómo estás? ¿Todavía sigues con temperatura? En serio, si supieras, estoy tratando de todas las formas posibles evitar que sigas sufriendo. No me alcanzan las manos. Y bueno, también admito algo de culpa porque el cigarrillo no lo puedo dejar. Las gaseosas también no sé para qué las tomo. Sigo utilizando más de un aparato electromagnético sabiendo que no me hacen mucho bien. El plástico está por todos lados. Y sé que el proyecto de plantar un árbol sigue en lo mismo.

Por otro lado, estoy muy contento de ser vegetariano. No sé si estoy bien o mal de salud. Ya visitaré un médico para que me lo diga. Cada día encuentro más sentido a esta experiencia. Trato de que la balanza se ponga a punto de justicia y este trabajo me enferma mucho. Somática y psíquicamente. Conozco a muchos interesados en demostrar respeto hacia a ti. Incluso podría decirte que intuyen que estás tan viva como una hormiga, una ballena o más aún, como otro ser humano. Por ahora, sólo yo sé -hasta donde he podido averiguar- que en una piedra está la vida también. Asumo, pero sólo es elucubración, que hay más de uno que pensará así.

Tierra, mi querida Gaia, ¿quién sufre más? ¿Acaso Tú? ¿Tus criaturas? Estoy consciente que no es el mejor lugar para venir de paseo. Tus otras hermanas siguen un proceso muy saludable. Pero mejor no hablemos de aquello que es tu día. Un hermoso día. Hoy voy a caminar un poco más. Respiraré tu mejor aire. Cuidaré el agua preciosa. No utilizaré electricidad innecesaria. Y por supuesto, le diré a todos mis amigos de este día en particular. Luego me contarás de tus obsequios recibidos.


Feliz día querida Tierra. Mi querida Tierra.

viernes, 18 de abril de 2008

Sólo alma

Qué eres emoción. Todavía no te logro comprender. No me fijé el día que echaste raíces. Eras una pequeña semilla. Ahora, metástasis en mi ser. Se suponía que vendrías a mejorar mi humanidad pero al contrario me hacías ver que la misma era simple, vana, mortal.
Eres soledad, miedo, angustia. Eres inquietud, desvarío. Atropellas la conciencia. ¿Dime un día que tu voz no haya sido causa de sosobra? Eres el celo en la inseguridad. ¿Qué tirano hizo de ti el vacío en el alma?

Yo amaba realmente. Con pureza. Del que encuentra al alma con ojos de alma. ¡Oh, sí! Canto de los dioses. Entrar al jardín del corazón amado y saber la belleza. Conocerla, contarla y vivirla. Nunca mi amor produjo lágrima alguna. ¿Puedes tú decir lo mismo? Yo me jacto y ahí tú me has manchado. De lo que hubiera sido sabiduría es ahora codicia. Arráncame la vida emoción. No te extiendas más. ¿Qué comedia cruel es ésta? De mí nada más te puede alimentar. Mira este corazón desnudo, lánguido en su palpitar. Apura ya. Que quede sólo el alma. De un tirón. No serás ahora el escrúpulo ni la mojigatada. Sé eso, ceguera. Por fin, acaba ya, y deja que el amado sorba de ti amarguras y recuerdos.

jueves, 17 de abril de 2008

Insulina por favor

-Poncio Ludovico, di que yo soy la más hermosa de toda la aldea. Di que las niñas de tus ojos se pusieron celosas de verme. Di que soy la última gota de agua del desierto.

-Sí, mi amada Sinforosa Bertilda. Eres la más hermosa de toda la aldea. Eres la desdicha de las niñas de mis ojos que al verte se pusieron celosas. Eres el oasís...

-... la última gota de agua del desierto.

-... la última gota de agua del desierto que calma la sed del que desfallece.

-Oh, Poncio Ludovico. Tú, de mirada seria y brazo de acero. Qué felicidad. Mi alma se... oh... mira... las vecinas no dejan de mirar hacia acá.

-Tal vez, sea que tú, doncella de cabellera de virgen de pueblo, atraigas sus miradas. Te habías fijado en Laura Teodosia, la de risos bermejos, y Libitina Encarnación, de sonrisa tronchada. Te envidian porque estás conmigo.

-Calla, calla mi bestia amada. Esa boquita cerradita se defiende mejor. Y sigamos paseando por los prados. Mira, mira nomás a la aves. Son la creación al amor. Así, toma mis manos... no las sueltes Poncio Ludovico y bésame.

-Sinforosa Bertilda, ¿qué manjares has llevado a esa trompita?

-Solo un encebollado esta mañana, ¿por?

-No, nada... sigamos pues... caminando hacia el horizonte atardecer.

Paréntesis

De los cuentos Pergaminos de Leuriq Noa
Tengo que dar una mala noticia. No encuentro a dónde se ha metido Leuriq. Sé que partió a tierras lejanas pero al parecer, algo le habrá pasado porque no da señales de vida. Gaia, o como he escuchado decir en su mundo, Tierra se lo trago.


Sólo de investigar un poco hacia dónde habría partido, tuve la oportunidad de pasear por su ciudad. O mejor dicho, sus ciudades gemelas: Laqui y Gau. Son pequeñas y aunque les suene pedante, no encontré nada fantástico. Tal vez llame la atención que ya no se navegue sólo por los ríos, sino más bien se utilicen flotadores y voladores. Esos sí que me raptaron de gusto.


De donde vengo, la movilización es muy rústica. Sólo canoas. Pude adquirir dos boletos para subirme a cada uno de ellos. El flotador que tomé fue para visitar la isla de Gau. Como no tenía equipaje, subí directamente. No tuve que hacer revisión de prendas. Al principio pensarán que es un barco común y corriente de milenio pasado -redondo, con corredor circular y camarotes centrales- hasta que escuchas el explotar violento de las flotas de aire, o como se escriba, parecidas a pompas de jabón, que sacuden toda la nave y en un impulso la elevan del río a distancia de 2 cuellos de dragón. Adentro no ofrecieron ningún servicio de comida o entretenimiento. Igual en Gau buscaría algo para comer. Cuando llegué, me di cuenta que era ciudad arbórea. Ya eso me disgustaba. No quería tener bichos en mi plato pero para mi sorpresa, las casitas pegadas a sus árboles enormes mantenían la limpieza que el Ordinal de la ciudad pedía a cada uno de sus colonos. Estando Helios con todo su brillo de medio día, la Gau se acobijaba con los gigantes verdes y parecía un refugio de majestuosas hojas permitiendo uno que otro rayo de luz entrase para iluminar sus sendas y recovecos. No hablaré de la comida porque no tengo tiempo.


Regresando a mi búsqueda, decidí tomar una balsa sólo porque el río estaba resguardado de bestias. Camino hacia Laqui pensé que Noa estaría sufriendo por los signos del pronto amanecer. Por eso, habría dejado a la carrera su laboratorio buscando respuestas y en vista que la gran sabia Varna no estaba para ayudarlo, el siguiente en su lista sería Piro. Menuda sorpresa tendrá. Finalmente, no pude abordar el volador. Me dio mucha pena haber desperdiciado tiempo leyendo uno de los tantos libros que Leuriq guarda apilados en su sala recibidor.


Ahora estoy en la puerta de la diosa. Sólo así podría usted lector saber lo que le estoy contando ya que antes de que se marcharan los dioses y las diosas de este plano, una de ellas en acto generoso construyó el puente y la puerta. Yo, humilde escritor, soy uno más que cruza por ellos para llegar a su mundo y permitir así compartir esta historia. Así como Leuriq, también soy vidente y consciente de la actividad cronistica que tenía para con ustedes pensé que usted o alguien al menos podría estar preocupado de su paradero. Estoy seguro que en vez de haber sido ayuda, tal vez haya avivado más la angustia. Eso ya escapa mi voluntad y deseo. Sin más, abandono lo que -sin ánimo de ofender- es su absurdo de universo, para regresar a mi querida comarca. A la vida sencilla y hermitaña que libremente abracé.


Su servidor,


El Viajero

jueves, 10 de abril de 2008

La Ilusión

La niña arranca la flor
para mamá, para papá.

Por la abuelita
por el abuelito
el avión vuela a su boca,
la papilla se debora.

Dicha de niña,
en brazos de su madre
en el bus,
en el parque,
cuando cruza la calle.

Me ha visto la niña.
Sonrisa regordeta
con cachetes rojos
de oreja a oreja.

Ahora te dejo,
tengo que partir.
Un despertador dice
fin al sueño que espera
la ilusión de encontrarte
cada mañana.

lunes, 7 de abril de 2008

Las letras son de Venus


- Otro cuento, pero no para niños. Es más, ni los traviesos deberían escuchar una historia así. Porque trata sobre el amor.
- ¡Virgen Santísima! Pero si es sobre el amor, ¿por qué no?
- Ya verás.


Todas las mañanas era feliz de levantarse. Se preguntaba, ¿qué nuevas palabras conocería hoy? Era una chicuela y dependiendo de la mano experta, serían a lo mucho vocablos reciclados. La habían puesto nombre griego y no paraba de explicar al curioso su procedencia. Su actividad laboral era agitada. Ora en juergas, jaranas y jugarretas de caballeros medievales celebrando la victoria en una taberna pueblerina. Ora con el jaguar o la jirafa enjaulada después de la caza del expedicionario inglés. No paraba. Cuando llegaba la noche soñaba con su amada compañera que era un puesto menor. O mayor. A veces el orden no te hace anciano. Igual había una separación. Pobre. La buscaba con una excusa. Siempre, mas no había palabra que pudiera unirlas. La noche se encargaba de tomar nota y cuidar de sus plegarias cargadas de cuidados, lágrimas y suspiros.

Un día, su amada se fue. Se cansó que en esta tierra castellana no hubiese mucho empleo. Ella estaba segura que la dolería la partida y se fue sin avisar. Solo una breve nota, que en su absurdo se daba toda por una última vez: "mi J kerida". No hubo despedidas. Pasaron los años y la distancia mermó la mirada cómplice, la compañía tácita, la irreverencia de la amistad. Se supo que incluso, conoció nuevas letras y palabras de dura entonación, más aún combinadas en cifras y códigos. Cuando recibió la carta anunciando la boda en la unidad canina antinarcotráficos K9 se alegró. No necesitaría esperarla más.

Entre letras no se casan. La sociedad sólo estaba lista para ver palabras asociadas mas nunca matrimoniadas. J igual seguirá soñando en el retorno de su querida K. Tal vez, un día regrese en la forma utópica de una palabra no antes escuchada.

Esta historia fue real y por respeto, no se usaron palabras con la letra en mención exceptuando las permitidas por la fuente.

jueves, 3 de abril de 2008

Semilla de Vida


Alcarria
Canompe está bordando. Le falta la letra p y e en el pañuelo. Sabe que su nombre le quedará bien como regalo para que su abuelita recuerde a su joven nieta. El día se pasa sereno, en meditación, sentada en el porche de la cabaña. Es junio y las lluvias son pocas. El viento corre fuerte y contrasta su silbido lejano con el chirrear de la mecedora. Un polvo levantado de un posible visitante es rastro único de vida en el horizonte no tan generoso en verdor.

Alcoba
Con desgano tomó la pastilla blanca y busca entre sus cosas la estampita de Santa Lucía. Hoy le dolía un poco el ojo izquierdo y quería con el otro bueno, rezarla aún sabiendo que la devoción no disipaba el dolor desde el martes pasado. De males el menor pero a Daranina el cáncer era la voz constante, repetitiva del tiempo recorrido. No había consuelo ni solaz. Se sabía amada en la mirada llorosa de su nuera. La ventana muestra poco y su ojito derecho regalará otra lágrima a su almohada.

Ausencia
Adanzo es un buen padre. Desde su puesto ha visto dos colores en la baldosa. La respiración se siente lenta y la cabeza hormiguea mucho. No puede ver a su hija que está en frente. El techo se siente tan lejano y no fuerza la mirada más allá de lo que sus cejas permitan. A ratos se acuerda que hoy llegaría la carga de arroz y su ausencia retrasaría bajar los sacos a la bodega, pero su jefe le ha dicho que se tome el día. Un compañero presente se acerca, le abraza y le repite frases ya conocidas. Otras figuras de negro, toman también valor y le regalan esperanza. Adanzo es buen hijo y deja un lirio como regalo final tras darle dos golpecitos a la losa.

sábado, 29 de marzo de 2008

Ardor

Al calor del trago madrugado, el alma rasgada regala al lector.

De brazo entero al fuego
me quemo por entrar a tu corazón
atrincherado en ego.
Oh mundana desazón,
que ignorado amástele sin razón.

Se escapó desahogado
un suspiro caduco no atendido.
Tropiezo un triste vado
del deshumedecido
río de tu afecto no retribuido.

Tu letra me lacera.
Reo de tu poesía impostora.
Tu toque vulnera
al amado que otrora
cobijabas cálido en mecedora.

jueves, 27 de marzo de 2008

Volver a verte


Tú te ríes como un bobo
recordando dos, tres cuentos.
Muchas hadas, más de un lobo,
una bruja en sus lamentos.

Un puente quebrado puja
para no descascararse.
Se lo cose sin aguja.
Pase el Rey sin agacharse.

Matatiru tirulá
vienen van con su buen día.
Le preguntan: ¿Cómo va
su honorable señoría?

Ver tu faz de luz me agrada
esa sonrisa otra vez,
la mirada y la trastada
del tiempo de la niñez.

lunes, 24 de marzo de 2008

Otras vidas también son valiosas.

A veces, vale seguir una causa. No lo hago porque sea moda. No lo hago por salud. No lo hago porque sea malo comer carne, sino porque yo puedo tomar una opción. Porque está a mi alcance vivir sin comer carne. Porque sí es posible.

martes, 11 de marzo de 2008

Mi Mundo G

Hace mucho, muchísimos años atrás. El siglo pasado para darle más antigüedad, Gustavo joven, casi niño empezó una serie de historietas que más que cuentos, serían amigos imaginarios constantes hasta sus días actuales. Estos personajes, dotados de fantásticos poderes, vivirían en un planeta llamado Mundo G. El motivo, la razón para escoger tal letra, no lo sabría sino hasta hace poco.

En esa tierra, habrían personajes desde los más insulsos hasta los más destacados. Egipcia, gran científica, estudiada en Inglaterra y residente en Guayaquil, quien desarrollara la teoría del campo de luz piramidal. Colega de Haz, un inglés amigo de ella, quien lograse la materialización del aura en forma de luz espesa. O Choque, una guayaquileña, hermosa mulata que polariza todo metal y emite fuertes descargas de electricidad. Tantas historias, más de cinco temporadas. Empecé desde los 14 años, en mi colegio y para cuando estaría estudiando para ser sacerdote, en el seminario mayor, ya las historias iban por la segunda temporada. Recuerdo a más de un seminarista escuchar con atención mis historietas robando horas que pertenecían al estudio de la filosofía.

Al regresar a mi universidad, hubo un tiempo que pedía a todo este universo de personajes que me dejasen en paz y así puse fin a tanta historieta con una quinta y posible final temporada a Mundo G. Ahora, con los Pergaminos de Leuriq Noa, he dejado que la magia vuelva. Solo quien hubiera conocido a Caribdis y Escila del mar, o Fuego emanando sus llamaradas; así mismo Megan y Christopher con su telequinesis y criogenia respectivamente; X y su misterio; en fin, tantas vidas salidas de esta cabeza destornillada, hubiera visto una luz y guía a este nuevo cuento que estoy dando forma.
Sin más, esta semana, dos capítulos nuevos de los Pergaminos de Leurig Noa, como promesa de este escritor. Por ahora, solo un deseo que mis historietas nuevas logren transmitir, luego de una buena edición, la alegría de mis viajes a través de la fantasía, la heroicidad, la magia.

miércoles, 30 de enero de 2008

Tercer Pergamino - El Reloj (Capítulo cuatro)

Aventurina, Ópalo y Turmalina tocaron a mi negocio. Siempre me da risa y gusto escuchar sus nombres. Hijas de la misma familia, pertenecían a una escuela que se especializaba en el manejo correcto de las piedras y lograban, para miedo de algunos, tomar el potencial infinito de la gema en particular que representaban. Son grandes amigas que traen alegría a mi vida y admito que su poder terrestre me es atractivo.

Nos sentamos a escuchar los ritmos de las gotas. Turmalina es buena con la fuente. Quien haya inventado tal instrumento musical sabría que los dioses estarían a sus pies, como ninfas deleitadas con la voz de su amado. Unas hierbas y aromas harían de la velada una tarde de recuerdo.

-¡Dejemos la charada hermanas! Noa, sabes que somos tus amigas y sería un insulto a ti ir por las ramas -dijo Ópalo, mirándome a los ojos con calidez y agudeza.

-No queremos que pierdas tu secreto. Sabemos que eres un observador y mejor que nadie, sabes que Varna ha desaparecido -se sumó Aventurina buscando relajarme. El nombre de Exdors ha sido reclamado una vez más, y esta vez no desde la casa de Sagitario, sino desde la nuestra. Y no lo vamos a permitir.

-Tú tienes que ver. Tienes que decirnos qué está tramando este traidor -finalizó Turmalina.

He permitido que ustedes escuchen el diálogo porque sus voces, tienen que admitir, deleitan al oído, incluso del más obtuso. Yo estoy ahora muy tranquilo. Estoy en éxtasis. Sé que ellas tienen temor de que se repita el Holocausto. Pero mis sentidos alcanzan a ver mucho. Más que incluso el mago Bessemer. Y por ahora, no veo ningún peligro.

Le expliqué a ellas que, si bien no me sorprendía que hayan descubierto mis poderes (ocultos al mundo hasta ese entonces), no estaban al servicio de cualquiera. De hecho, agregué que ni el dinero podría hacer que se adelante el tiempo para que un pergamino se abriera ante mí y me muestre el sentido de mis visiones.

Pero el tercer pergamino se abrió en ese mismo instante. La historia del Reloj de Arena. Turmalina gritó de emoción al ver a su Padre Cronos. Pero luego, su rostro cambió al ver la historia de su derrota cuando fue enviado al infierno por su propio hijo. Cronos había establecido las fechas y las estaciones. Zeus, en castigo, puso un gran Reloj de Arena en Tártaro para que viese el tiempo infinitamente pasar, en el lugar del que nunca saldría.

Algo pasa con el pergamino. Sus trazos se desfiguran y cuenta otra historia entre líneas. Cronos sufre porque la arena del tiempo deja de fluir. El Reloj se ha detenido. Su polvo se mezcla y el pasado con el futuro se vuelven uno solo. Una figura de llamas turquesas con enormes cuernos es quien atormenta al padre del tiempo. Pero se ha dado cuenta de nuestra presencia y un ojo verde observa directo a nuestras caras, con atención, mientras el pergamino se cierra. Un frío invade nuestros cuerpos y no podemos vaciar la sensación de terror en nuestras miradas.


No puedo continuar y firmemente les pido a las tres que se retiren. Esto es algo nuevo. Qué ha pasado frente a nuestros ojos. Las tres atónitas y desamparadas suplican al amigo que tienen en frente pero yo no tengo nada más que decir.

Ahora que se han ido, necesito prepararme. Necesito un conjuro bien fuerte. Buscaré a un hijo de Ares. No pierdo tiempo y salgo por la puerta trasera en busca de Piro.

martes, 22 de enero de 2008

Casita de acuarela

Para antes de irse a dormir a la cama. Con mucho cariño, para sus hijas e hijos.

Eugenia salió al patio a jugar. La lluvia no la molesta porque se ha cambiado de ropa. Su madre le pide que entre a su fiesta de cumpleaños. Los invitados están conversando en la sala. Vamos a cantar el japiberdei. Hay torta y helados.

Entra Eugenia.

Afuera de la casa azul era otra fiesta. La danza del charco lodoso. Saben bien las sabrosas gotas que destilan su cabello. Qué rico frío. Ven a jugar conmigo. Tan solo un ratito. Ahorita voy.

No entres Eugenia.

La calle se ve linda desde adentro. El agua resbala en la ventana. Es un cuadro en acuarela. Un trapo en el piso limpia la mojazón de Eugenia.

En recuerdo de mi querida abuelita Eugenia.

jueves, 3 de enero de 2008

Regresé al mar

Y me puse a conversar con ella.

Fui volando, fui altivo.
Fui grosero.

Y el mar ni se inmutó.
Y eso era lo que más me molestaba.
Su actitud pasiva a todo.

Al fuego que la quema.
A la tierra que la traga.
Incluso, al viento que la golpea.

Y ahí estaba su alegría.
La traté entender mas sólo me recibió.
No fui el polvo, no fui la arena.

Por ahora, jugué con ella.

Con gratitud inmensa a mis amigos y amigas de Colombia.