Eugenia salió al patio a jugar. La lluvia no la molesta porque se ha cambiado de ropa. Su madre le pide que entre a su fiesta de cumpleaños. Los invitados están conversando en la sala. Vamos a cantar el japiberdei. Hay torta y helados.
Entra Eugenia.
Afuera de la casa azul era otra fiesta. La danza del charco lodoso. Saben bien las sabrosas gotas que destilan su cabello. Qué rico frío. Ven a jugar conmigo. Tan solo un ratito. Ahorita voy.
No entres Eugenia.
La calle se ve linda desde adentro. El agua resbala en la ventana. Es un cuadro en acuarela. Un trapo en el piso limpia la mojazón de Eugenia.
En recuerdo de mi querida abuelita Eugenia.
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