Éste no es un blog diario. Creo que la belleza de la palabra escrita sirve para mucho más que expresar en orden y sintaxis lo que siente el alma.
Un año nuevo empieza con deseos de que este dragón deje atrás un conejo que fundió más de una neurona en desenfrenados movimientos del corazón.
Los caminos de la magia y las artes que mortales desconocen hacen mi caminar más solitario, no se diga lo contrario, menos interesante.
Un momento estamos vivos y al siguiente estamos enterrando seres que pensábamos compañeros de siglos y no de días. Mas este mago sabe que el ahora es el que hace la eternidad y yo las viví en demasía, en amor.
El camino del amor y del perdón es poco comprendido que se confunde como resentimiento y odio. La separación es saludable. El silencio enriquece. La bofetada se la recibe. Y ahora, la soledad es compañera. Mi yo desea hacerme compañía una vez más.
Descanso mi alma a veces en un regazo de recuerdos solo con el permiso de despertar a la mañana siguiente con luces de realidad y esperanza.
No empañaré lo que se vivió en pureza y doy de lo que viví porque recibí mucho. Yo decido ahora amar hasta las últimas lágrimas.
Por siempre, te extrañaré.
