lunes, 27 de abril de 2009

A. R. Q. U. E. L. I. N. O.

Aquí estoy, con todo lo que venga incluido. El pasado también. Descartado el futuro. El presente del presente se adorna como accesorio.

Lunes 27 de abril. Una bonita fecha para escribir algo suelto en mi bitácora. Un lindo fin de semana con café acompañado de una buena amiga hiciera que ponga otra vez detalles, aspectos de mi vida en perspectiva renovada.

Es bonito hacer limpieza en la casa y que mejor que pedirle a la loca que habita en la mía que me preste una escoba para arreglar algunos asuntos, pendientes, como: qué hago en la vida, quiénes son amigos, quiénes ya caducaron, quiénes necesitan carta de invitación para la embajada, y finalmente alguno que necesite una extensión de su visa. Definitivamente, no se aceptan revalidaciones. Al menos mientras tenga esta constitución no. Lo pasado pisado.

Pero regresando a lo positivo, con la loca por ahí decidimos seguir avanzando en los proyectos actuales del laburo. Estoy fascinado por la idea de la docencia. El sentido de la paternidad y la manera de engendrar vida en sus vidas quita a ratos mi sueño por lograr hacia esas personas el respeto y la reverencia como mínimo de aprecio a la esperanza y confianza que depositan al pisar mi salón de clases. 

Los estudios siguen en espera sin que signifiquen abandono. Quiero prepararme para ser un buen maestro en un eventual centro de estudios. Me gustaría ser investigador de la educación. Paciencia, que mientras tenga aire para respirar podré avanzar paso a paso.

Los amigos son pocos, pero si quisiera una clasificación para ponerlos en cajones apropiados diría que, algunos van bajo la etiqueta de familia: todos. Los buenos y malos; los que se han portado bien y mal conmigo. Qué puedo hacer con ellos si no es nada más que quedarme tranquilo. Estarán aquí y estarán ahí. Ahora y luego. Al menos en mi familia ha sido así en mi historia personal y no quiero desgastar ni un gramo de caloría para crear la utópica casa.

Los compañeros como tales los encontraré: en el listado de mi celular; en los contactos que al prender el ordenador van y vienen; en las llamadas inesperadas y a veces duraderas que me llevan a señalar con figura de tijeras que corten la tortura; en la libreta polvosa que en algún no deseado lugar esté. Felices ellos así con la esperanza de buscar -o de pronto rechazar- un espacio en mi/su vida.

Los amigos en cambio los descubro amigos. Que me escuchan con amor. Que me hablan con amor. Que me piden favores sin miedo. Que me tienen miedo si es de hablar de sus penas. Los amigos que comparten el café, el cine, la magia, la música, la espada, la caricia, la apertura y la tolerancia, la discoteca, la clase, la enseñanza, la lágrima, la sonrisa. A quienes lastimé con pesar infinito en el alma. A quienes decidí buscar, señalar, escoger, envidiar su vida y hacerla también parte de la mía.

Y bueno, finalmente, lamento aquellos que ahora lean esta entrada y se reconozcan sin permiso para entrar a mi mundo. No obstante, les animo a que sigan felices en sus vidas. Que se realicen en sus penas y aciertos. Que por favor, no intenten ya recuperar el pasado porque más dolorosa será su presencia. 

Soy el viento y ahora vuelo alto mirando la tierra muy lejana. Viva la vida. Viva la maravilla del vivir.

domingo, 12 de abril de 2009

Teléfono

Conexión del alma.
Un respiro no cabe más
al recibir tu llamada.

Esperanza dada.
Recibida y de vuelta a dar.
Es mi corazón sin calma.

Es flotar. En la voz amar.
No tener que colgar jamás.