Fue de oro, de metal precioso. ¿Quién te construyó? ¿Qué material abandonaste en el camino aferrándote a la tela más valiosa que te viste ahora? No te conocía. No reconocía esa cara antagónica más cercana que ajena.
Antaño había visto la amistad dibujada en la sonrisa, en el abrazo y la palabra a tiempo. En ti cobró forma distinda llamada esperanza.
Bienvenida la aurora de este amanecer. Ha brillado con fuertes bríos en cada rayo de tu mirada. Ora curiosa. Ora atribulada. Nunca parca, siempre cuestionada.
Inclino con reverencia cada parte de mí. Por la palabra a destiempo. Por el error de la naturaleza. Porque sé que hoy pido disculpas por la falta que vendrá. Porque venerante me levantas para comenzar nuevo.
¡Oh amigo! Bendigo tu amistad y tus días por venir. Acojo como regalo el hoy porque ni tú ni yo conocemos los misterios de la eternidad.
Antaño había visto la amistad dibujada en la sonrisa, en el abrazo y la palabra a tiempo. En ti cobró forma distinda llamada esperanza.
Bienvenida la aurora de este amanecer. Ha brillado con fuertes bríos en cada rayo de tu mirada. Ora curiosa. Ora atribulada. Nunca parca, siempre cuestionada.
Inclino con reverencia cada parte de mí. Por la palabra a destiempo. Por el error de la naturaleza. Porque sé que hoy pido disculpas por la falta que vendrá. Porque venerante me levantas para comenzar nuevo.
¡Oh amigo! Bendigo tu amistad y tus días por venir. Acojo como regalo el hoy porque ni tú ni yo conocemos los misterios de la eternidad.
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