Antes que nada, antes que me olvide, mejor pongo el objetivo de estas letras: "Porque no quiero olvidarme". Podría haber sido el título de la carta, pero caí en cuenta luego de haberlo escrito. Mi error. Así se quedará, que de otra forma ya no hubiera sido original.
Trataré de hablar, o mejor dicho, escribir como los dedos tengan la velocidad de traducir la locura de ideas que estallan en mi cabeza por querer salir.
Sonará raro, yo... alguien que trata y cuida por tener sus emociones a raya, que esté un poco confundido. Sé que algo me falta. Sé que nuestra relación tuvo marco y por eso la belleza participó ahí. No fue desparramada. No fue alocada. Y caigo en cuenta que no quería hacer de ésta la primera. No así. No sin aviso previo pero lo admito, y te lo dije con la luna de cómplice. Fue un hito. Una piedra que marca una frontera. Y agradezco que haya sido contigo y que tú hayas podido también conocerme.
Podría decir que alguna lágrima me quiere sorprender y no es de tristeza sino de logro y alegría de poder sentir algo que no había sentido jamás: creer, saber que alguien me quiso incluso con lo que yo llamo mis defectos. Porque por primera vez en mi vida, a pesar de las circunstancias, de lo poco ortodoxa, fue una relación.
Gracias, por costear económicamente esos gustos que tú sabes, fácilmente o nunca los habría podido tener. Gracias por darme perspectiva hacia el futuro. Gracias porque ahora mismo, otra lágrima refrenada puja por salir y una rara sensación de sacudida hace que mi respiración sea tambaleante con mis labios temblorosos.
Estoy feliz. Te deseo lo mejor (ya lo hice y se cumplirá). No dejes de creer en la magia que tienes en ti.
Muy feliz. Con amor,
Gustavo
2 comentarios:
Se aplauden las agallas de abrir el corazón y desparramarlo en estas letras. Bravo!
Que bien amigo porque no hay experiencia más humana que la loca vulnerabilidad del amor. Bienvenido al club.
La verded creo que muchos hemos llevado una relación bizarra con nosotros mismos.
La verdad es muy bello lo que pones, y dejas en evidencia lo mucho que te aprecias. Es bueno que tu YO norte y tu YO sur tengan tanto para decirse...
Tantas cosas buenas cabe la aclaración.
Saludes
Juan
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