domingo, 18 de octubre de 2009

En tus prados virginales

Comprendo tu ser de terrestre. Tu mirada hace que el sueño se convierta fútil e innecesario. La esperanza sólo sirve bajo cantidades, números probabilísticos y aún así, yo no sé qué me atrae estrellarme en tu suelo.

Comprendo tu ser de tierra. Que levantes paredes y muros y murallas incluso las considero yo retos para bordearlas, escalarlas, saltarlas. Mas la lógica mía no va con la tuya.

Es que no entiendo de tus cosas terrenas que mis cielos se hacen más agradables. Mis vuelos son mi vida. La nube, el sol, la luna paisajes familiares. ¿Qué motivación debería tener para abandonar el éter?

Es tu geografía que a la distancia la hace más rica. Cuando toco pie en tus prados suelo dormirme incauto. Entonces, ¿morir cerca de ti? O, lejos de ti.

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